Sacerdotisa Isiaca

Vibia Modesta

Sacerdotisa de Isis, vistiendo a muchas diosas.

La existencia de cultos orientales en Hispania en época imperial queda demostrada por evidencias epigráficas. Lo que resulta más difícil es rastrear sus huellas en el terreno iconográfico.

En ese sentido esta pieza cobra un valor extraordinario ya que viene a confirmar varios hechos determinantes: Primero, la popularidad de los cultos dedicados a Isis en Emerita Augusta, donde las sacerdotisas se mostraban con la misma vestimenta de la diosa y los atributos cultuales propios: la pátera (plato de escaso fondo usado para libaciones), la acerra (cofre para el incienso), la sítula (pequeño caldero para portar el agua bendita) o el sistro (el instrumento musical típico de los ritos dedicados a Isis).

Segundo, la iconografía correspondiente a sacerdotisas de cultos orientales: los ojos almendrados (evolución de los que aparecían en el arte egipcio) y muy especialmente su llamativo peinado con tirabuzones que habría que poner en relación con los patrones provenientes de oriente y de modo más específico con las sacerdotisas de Isis.

En tercer lugar, el hecho de que hubiera mujeres adeptas a estos cultos que en este caso no se trataría de flamínicas, sino de sacerdotisas. En todo caso, como se ha mostrado en otras piezas, las flamínicas, por su mejor posición política y social, participaban en estos cultos como evergetas.

El hallazgo, tanto de esta pieza como del sistro, se produce en la Casa del Mitreo de Mérida, situada extramuros y próxima al santuario mitraico del Cerro de San Albín (de donde procede su nombre).